Un estudio reciente publicado en el New England Journal of Medicine reveló que uno de cada 10 habitantes del planeta era obeso. Más preocupante aún es que se cree que el 30%, es decir, una de cada tres personas, tiene sobrepeso o es obesa. Parece que, aunque cada vez somos más conscientes de la epidemia mundial de obesidad, ésta sigue creciendo y afectando a la salud de miles de millones de personas.
Pero la investigación también está ayudando a arrojar luz sobre las herramientas que podemos utilizar para combatir esta epidemia y son cambios que todos somos capaces de hacer. Otro estudio publicado recientemente, éste en el Journal of the American College of Nutrition, siguió durante seis meses la vida de personas con diabetes de tipo 2 con una dieta convencional o vegetariana. Ambas dietas estaban diseñadas para restringir por igual los calorías con el fin de promover la pérdida de peso, pero al final del estudio los del grupo vegetariano habían perdido significativamente más peso y un mayor porcentaje de grasa. Además, un mayor número de participantes cumplía con la dieta vegetariana que con la dieta convencional, lo que sugiere que el cambio de dieta es fácil de hacer y mantener.
Entonces, ¿podría la solución al problema mundial de la obesidad ser tan simple como comer más plantas? Son muchos los factores que influyen en nuestra salud y que han provocado los problemas de salud mundiales actuales. Por lo general, la salud no se consigue cambiando una sola cosa, sino con muchos cambios pequeños pero significativos realizados de forma constante a lo largo del tiempo. Y la investigación nos sigue diciendo que uno de los cambios más sencillos y poderosos que podemos hacer es empezar a adoptar una dieta basada en plantas.
Principales consejos para llevar una dieta sana y mantener un peso saludable
Actívate. Esto no significa ir al gimnasio, sino incorporar más actividad a la vida diaria. Vaya andando a la compra en vez de en coche, póngase de pie cuando atienda llamadas telefónicas para no estar sentado o aparque en el extremo más alejado del aparcamiento para dar un paseo más largo hasta la tienda. Todo suma. Intenta hacer al menos 30 minutos de actividad o 10.000 pasos al día.
Duerme. Las investigaciones demuestran que quienes duermen poco o demasiado suelen tener índices de masa corporal más elevados. El punto óptimo para mantener un IMC bajo parece estar entre 7,5 y 8 horas de sueño por noche. También hay que tener en cuenta que el efecto negativo es mucho más pronunciado en las personas que duermen poco de forma crónica que en las que duermen demasiado, por lo que es especialmente importante dar prioridad a descansar al menos 7 horas por noche.

https://record.adventistchurch.com/2017/06/26/plant-based-best-for-weight-loss/